“De tal suerte que ya no sois extranjeros y huéspedes, sino que sois ciudadanos de los consagrados y miembros de la familia de Dios” Efesios 12:19
Eres llamado a pertenecer, no solo a creer. En el entorno perfecto y sin pecado, Dios dijo: “No es bueno que el hombre esté solo” Génesis 2:18, nos creó para vivir en comunidad, para la comunión, no podemos cumplir sus propósitos por si solos. En la familia de Dios estamos conectados con todos los demás creyentes, y nos pertenecemos mutuamente por la eternidad. “Porque así como en un cuerpo tenemos muchos miembros, pero no todos tienen la misma función, así nosotros, aunque somos muchos, formamos un solo cuerpo en Cristo y somos todos miembros unos de otros” Romanos 12:4-5.
Seguir a Cristo implica participación, no solamente creer, somos miembros de su cuerpo, para que los órganos cumplan su propósito deben estar conectados al cuerpo, Dios te creó para desempeñar un papel específico, pero si no te vinculas a una iglesia viva y local, perderás el segundo propósito de tu vida, descubrirás tu papel en la vida mediante tu relación con los demás.
Fuera del cuerpo, los órganos se secan y mueren, no pueden sobrevivir solos, nosotros tampoco, por ese motivo el primer síntoma de enfriamiento espiritual suele ser la asistencia irregular a los cultos. La iglesia es indestructible y existirá por la eternidad “Yo te digo que tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella” Mateo 16:18.
La biblia llama a la iglesia “La esposa de Cristo” dios nos manda a amarla tanto como la ama Jesús, muchos cristianos usan la iglesia, pero no la aman.
LA CONGREGACION LOCAL.
Existen muchos creyentes que saltan de una iglesia a otra sn identificarse, sin rendir cuentas ni comprometerse con ninguna, muchos creen que es posible ser un buen cristiano sin unirse a una iglesia local, pero Dios no está de acuerdo, su palabra ofrece muchas razones para justificar la necesidad de estar comprometidos y ser activos en la comunión.
LA NECESIDAD DE LA FAMILIA ECLESIASTICA
Ser una familia eclesiástica te permite identificar como creyente genuino. No puedo decir que sigo a Cristo si no tengo ningún compromiso con otro grupo específico de discípulos “En esto reconocerán todos que sois mis discípulos, en que os amáis unos a otros" Juan 13:35. Somos testimonio al mundo cuando viniendo de distintas razas y clases sociales, nos reunimos en amor.
Ser una familia eclesiástica te aparta del aislamiento egocéntrico. Sólo por medio del contacto regular con creyentes comunes e imperfectos podremos aprender a tener comunión verdadera y experimentar que estamos ligados y dependemos unos de otros. “En esto hemos conocido el amor: en que él ha dado su vida por nosotros; y nosotros debemos dar también la vida por nuestros hermanos” 1 Juan 3:16. Dios espera que demostremos a los demás creyentes: una disposición a amarlos del mismo modo que Dios nos amó.
Ser una familia eclesiástica te ayuda a mantenerte en forma espiritualmente. No puedes madurar si no asistes a la iglesia y eres un espectador pasivo, sólo lo harás si participas en toda la vida de una congregación, la verdadera madures se desarrolla en las relaciones. “Por él, el cuerpo entero, trabado y unido por medio de todos sus ligamentos, según la actividad propia de cada miembro, crece y se desarrolla en el amor.” Efesios 4:16, para crecer necesitamos a otros creyentes, aprender de ellos y asumir nuestra responsabilidad, compartir lo que Dios nos está enseñando.
El cuerpo de Cristo te necesita. Dios tiene un papel exclusivo para que lo desempeñes en su familia y te ha dado dones “A cada cual se le da la manifestación del Espíritu para el bien común” 1 corintios 12:7. La congregación local es el lugar que Dios ha provisto para descubrir, desarrollar y usar tus dones.
Compartirás la misión de Cristo en el mundo. No solamente debemos ser ejemplo de amor, amándonos unos a otros sino llevar ese amor al resto del mundo, como miembro de su cuerpo, somos sus manos, sus pies, sus ojos, su corazón.
La familia eclesiástica evitará que te apartes. Nadie es inmune a la tentación, pero Dios nos ha asignado la responsabilidad de cuidarnos mutuamente. “Hebreos 3:13. Si sabes de alguien que está flaqueando espiritualmente, tu responsabilidad es buscar a esa persona y devolverla a la comunión.
TODO ESTA EN LA IGLESIA.
Dios creó la iglesia para satisfacer las cinco necesidades más básicas de tu vida: Un propósito para vivir, personas con quienes vivir, principios para vivir, una profesión para desarrollar y el poder para vivir. La adoración te ayudará a concentrarte en Dios, la comunión te ayudará a enfrentar los problemas de la vida, el discipulado a fortalecer tu fe, el ministerio a descubrir tus talentos, el evangelismo a cumplir tu misión.
TU ELECCIÓN.
Cuando nacemos de nuevo, automáticamente pasamos a formar parte de la familia universal de Dios y necesitamos ser miembros de una comunidad, la diferencia entre ser un mero asistente y miembro de la iglesia es el compromiso, los miembros están comprometidos con el ministerio.
Puedes pasar la vida buscando la iglesia perfecta pero nunca la encontrarás, Dios nos llama a amar a los pecadores como él nos amó. Cuando te comprometes con Cristo, te conviertes en cristiano, pero te conviertes en un miembro de la iglesia cuando te comprometes con un gripo específico de creyentes. La primera decisión trae la salvación, la segunda, la comunión.
Reflexión: Soy llamado a pertenecer, no sólo a creer.
Versículo: “Más bien, animaos mutuamente cada día mientras dura este "hoy", de modo que ninguno de vosotros se endurezca por la seducción del pecado.” Romanos 12:5
Pregunta: El grado de compromiso que tengo con mi iglesia local, ¿refleja mi amor y compromiso con la familia de Dios?
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