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miércoles, 12 de enero de 2011

Dia 10 El corazón de la adoración

El corazón de la adoración es rendirse, entregarse.

En la actualidad preferimos hablar de ganar, triunfar, superar dificultades y conquistar, nada de ceder, someternos, o entregarnos; pero la entrega a Dios es el corazón de la adoración, es la respuesta natural al asombroso amor y misericordia de Dios, debemos entregarnos por amor, no por temor u obligación. “Hermanos, os ruego, por la misericordia de Dios, que ofrezcáis vuestros cuerpos como sacrificio vivo, consagrado, agradable a Dios; éste es el culto que debéis ofrecer” Romanos 12:1.

La verdadera adoración –agradar a Dios – se da cuando nos entregamos completamente a Dios, Ofrecerse a Dios es la esencia de la adoración. Dios quiere nuestra vida, toda, no el 95%. Hay tres obstáculos que bloquean nuestra entrega total a Dios: El temor, el orgullo y la confusión. No nos damos cuenta de cuánto nos ama dios, queremos controlar nuestra propia vida.

¿Puedo confiar en Dios? La confianza es un ingrediente esencial en la entrega, no puedes entregarte a Dios si no confías en él, pero no puedes confiar hasta que lo conozcas mejor. Dios te muestra su amor de muchas maneras, Te dice que te ama -Salmo 145:9, nunca te pierde de vista - Salmo 139:3, cuida de todos los detalles de tu vida -Mateo 10:30, te dio la capacidad de disfrutar de toda clase de placeres -1 Timoteo 6:17, tiene buenos planes para tu vida -Jeremías 29:11, te perdona -Salmo 86:5, y es cariñoso y paciente contigo -Salmo 145:8. Quieres saber cuán importante eres para Dios, mira a Cristo con sus brazos extendidos en la cruz -Romanos 8:8. Cuando nos entregamos a Jesús, cuando nos entregamos a él obtenemos libertad, no esclavitud.

Reconozcamos nuestras limitaciones. El segundo obstáculo para nuestra entrega total es nuestro orgullo, no queremos admitir que no podemos controlar todo. Pretendemos dar órdenes y entrometernos con la obra de Dios en nosotros, cuando nos enfrentamos a nuestras propias limitaciones, reaccionamos con irritación, enojo y resentimiento, queremos ser más altos, mas inteligentes, mas talentosos, mas hermosos, más ricos, al darnos cuenta de que Dios dota a otros con las características que no tenemos, respondemos con envidia, celos y autocompasión.

Lo que significa rendirse. La rendición a Dios no es una resignación pasiva, ni una excusa para la pereza, no es aceptar el estado actual de las cosas, es sacrificar nuestra vida y sufrir para cambiar lo que se debe modificar, no significa dejar de pensar racionalmente, ni reprimir nuestra personalidad. Dios quiere usar nuestra personalidad, que es única, la entrega potencia nuestra personalidad. La entrega se demuestra mejor con la obediencia y la confianza, puedes saber que te has entregado a Dios cuando dependes de él para que las cosas resulten bien, en lugar de manipular a los demás, imponer tus ideas y controlar la situación. También sabes que te has rendido cuando no reaccionas a la crítica ni te apresuras a defenderte. Un corazón rendido se destaca en las relaciones personales. La entrega auténtica dice “Padre, si este problema, dolor, enfermedad y circunstancia son necesarios para cumplir tu propósito y para tu gloria en mi vida o en la de otro, no me libres de este trance”.

Las bendiciones de rendirnos. La paz, la libertad y experimentar el poder de Dios en nuestra vida son los beneficios que trae una vida completamente entregada a Dios. Cuando el ángel le explicó a maría el inverosímil plan de Dios, ella, con calma le respondió que era la sierva del Señor y que estaba dispuesta a aceptar lo que él quisiera. Lucas 1:38

La mejor manera de vivir: Si no nos entregamos a Dios, nos entregaremos a las opiniones o expectativas de otros, al dinero, al resentimiento, al temor o a nuestro deseo o a nuestro ego, el mayor estorbo a la bendición de Dios no son los demás, sino tú mismo, tu propia voluntad, tu orgullo obstinado y tu ambición personal. Comienza entregando a Dios lo que lamentas del pasado, tus problemas del presente, tus ambiciones para el futuro, tus temores, tus sueños, tus debilidades, tus costumbres, tus penas y tus complejos. Que Cristo conduzca tu vida “Y les decía a todos: El que quiera venir en pos de mí niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día y sígame” Lucas 9:23. E. Stanley Jones dijo: "Si uno no se entrega a Cristo, se entrega al caos." Entregarse no es la mejor manera de vivir, es la única manera de vivir.

Reflexión: El corazón de la adoración es la rendición y la entrega.
Versículo: Entréguense por completo a Dios… para sus buenos propósitos. Romanos 6:13
Pregunta: ¿Hay alguna parte de mi vida que no le haya entregado a Dios?

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