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miércoles, 2 de febrero de 2011

Día 31_Entiende tu forma

“Porque tú formaste mis entrañas, tú me tejiste en el vientre de mi madre.” Salmo 139:13
Nadie en la tierra podrá jugar el papel que Dios planeó para ti, si no haces tu contribución especial, ésta no se hará.


FORMA: Recursos para usar

Tus recursos son los talentos naturales con los que naciste, algunos tienen talentos atléticos, otros son buenos en las matemáticas, música o mecánica, Dios nos da esas habilidades y miles más para que podamos servirle.

Todos nuestros recursos provienen de Dios.
“Pero tenemos carismas diferentes, según lo que Dios ha querido dar a cada uno; el que tenga el carisma de la profecía, que lo ejerza conforme a la fe” Romanos 12:6. Muchos estudios revelan que el promedio de las personas posee de 500 a 700 diferentes habilidades y destrezas, así que no hay excusa para decir que no tienes ningún recurso para servir a Dios.

Cada recurso puede usarse para la gloria de Dios.
Cualquier cosa que hagas, hazlo para su gloria, Dios tiene un lugar en su iglesia donde tu especialidad puede brillar y puedes hacer la diferencia. Por ejemplo, si tienes la habilidad para comerciar, debes usarla para su gloria, ¿Cómo? Primero, capta tu habilidad, entrégala a Dios y dale el crédito. Segundo, usa tu negocio para servir a otros y compartir tu fe con los incrédulos. Tercero, devuelve al menos el diez por ciento de las ganancias a Dios.

Lo que soy capaz de hacer, eso es lo que Dios quiere que haga.
Nadie puede usar tus habilidades, para descubrir la voluntad de Dios para tu vida, debes examinar seriamente en qué eres bueno, las habilidades que tienes son señales de lo que Dios quiere que hagas con tu vida. Si eres bueno diseñando, organizando, reclutando, es muy seguro asumir que el plan de Dios para tu vida incluye esa habilidad. Dios no desperdicia recursos, él prepara nuestro llamado con nuestras capacidades, nos da todo lo necesario para hacer su voluntad. Dios no te pedirá que dediques tu vida a una tarea para la que no tengas talento. Cualquier cosa que hagas bien, ponla al servicio de tu iglesia.


FORMA: Mi personalidad cuenta.

Tu singularidad es un hecho de vida científico, nunca ha existido ni existirá alguien exactamente igual a ti. Dios hizo variedad, introvertidos, extrovertidos, a los que les gusta la rutina, a los que les gusta la variedad, etc., necesitamos todo tipo de personalidades para tener un balance en la iglesia y darle sabor, dos personas pueden tener el don de evangelizar, pero si una es introvertida y la otra es extrovertida, ese don se expresará en maneras diferentes, tú tienes tu personalidad y esta afecta cómo y dónde uses tus dones o recursos. Cuando ministras de manera congruente con la personalidad que Dios te dio, experimentas realización personal, satisfacción y productividad. Te sientes bien cuando haces lo que Dios quiere que hagas.


FORMA: Antecedentes (sirven para algo)

Tú has sido formado por tus antecedentes en la vida, por tus experiencias, la mayoría de ellas estuvo fuera de tu control. Dios permitió todas ellas para su propósito de moldearte. Para determinar tu forma para servir a Dios, debes examinar por lo menos seis tipos de experiencias.

Familiares ¿Qué aprendiste al crecer en tu familia?
Educacionales ¿Tu materia favorita?
Vocacionales ¿En cuál trabajo has sido más eficiente y has disfrutado más?
Espirituales ¿Cuál ha sido tu momento más importante con Dios?
Ministerio ¿Cuánto has servido a Dios en el pasado?
Dolorosas ¿Qué has aprendido de tus problemas y pruebas?

Dios nunca desperdicia el dolor, las experiencias que más te han lastimado, son las que Dios quiere que uses para ayudar a otros, ellas son tu ministerio, debes dejar de cubrir tus faltas, fallas y temores, las personas se animan cuando les compartimos la manera en que la gracia de Dios nos ayudó en nuestra debilidad. “Que nos consuela en todos nuestros sufrimientos para que nosotros podamos consolar a todos los que sufren con el consuelo que nosotros mismos recibimos de Dios.” 2 Corintios 1:4. Los antecedentes, sólo si son compartidos, ayudan.

Serás más efectivo cuando uses tus dones espirituales y tus habilidades en el área que tu corazón desea, y en la manera que mejor exprese tu personalidad y experiencia. Mientras mejor te capacites y uses tus recursos, más exitoso serás.

Reflexión: Nadie puede ser yo.
Versículo: “Que cada cual ponga al servicio de los demás los dones que haya recibido como corresponde a buenos administradores de los distintos carismas de Dios” 1 Pedro 4:10
Pregunta: Lo que Dios me da, habilidades o experiencias personales, ¿puedo ofrecerlas a mi iglesia?

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