¿Qué nos pasa Guate?


sábado, 11 de octubre de 2008

El poder de la voluntad

Hay circulando un correo que se llama “el poder de la voluntad” el cual muestra fotografías de un hermoso perro que corre, salta, juega, camina, etc., bueno hace lo que hacen todos los perros, pero a diferencia de los demás, éste lo hace con dos patas. ¿Por qué este cuadrúpedo cuya naturaleza es caminar en cuatro patas puede caminar en dos? Una tarea nada fácil para él, pero fue su voluntad, su deseo diario de levantarse, caminar y poder movilizarse lo que hizo que este perro camine y viva feliz como cualquier otro de su especie. ¿Cómo es posible que el hombre mil veces superior a uno de estos animalitos no conozca lo que puede lograr con voluntad, con el simple hecho de creer y querer algo? He visto caer, derrumbarse, sufrir y dejarse morir a muchos hombres por cosas tan simples, con la mitad de la voluntad de un perro que camina y vive solo con dos patas, el hombre puede cambiar su mundo, el mundo. Me declaro admiradora de un perro de dos patas. No hay nada que el hombre quiera hacer o tener que con esfuerzo no pueda obtener o hacer.

Querer, es poder, y todo lo puedo en Cristo que me fortalece.

2 comentarios:

Alfredo Vicente dijo...

Yo vi esas fotos, y es triste, pero inspirador, tenés razón. Tantas cosas que el humano podría usar a su favor, pero a veces como que por chingar no quisiera... hay que aprender de todo, y este chucho no es la excepción. ILY.

Nancy dijo...

Yo no lo vi, pero he visto pintores sin manos plasmar paisajes con los pies o con la boca; hay un cantante que a falta de sus extremidades superiores usa los pies para acompañarse con la guitarra. Hasta un niño sin pierna jugar al futbol con el Pescado. He visto niños sordos bailar al ritmo de castañuelas. Y al igual que tú me pregunto cómo es que hay tanta gente con su cuerpo completo y todos sus órganos en perfecto estado dejarse derrumbar, ir por la vida como una carga, como fracasados, lamentándose de la falta de oportunidades. Qué grandes lecciones encierran todos esos ejemplos de voluntad. Y que reflexiones tan sanas y tan especiales las de tu blog. Lo leo siempre, aunque a veces me quede como mera espectadora.