- Era un reconocimiento de la soberanía de Dios sobre la creación. Devolviendo a Dios lo que es suyo, el sacrificio era un alabanza a Dios.
- Un acto de agradecimiento. La creación se le ha dado al hombre como un don, sólo podemos devolver lo que hemos recibido.
- Servía como modo solemne de selar un acuerdo o juramento, una alianza ante Dios.
- Era un acto de renuncia y pesar por los pecados. Quien ofrecía un sacrificio reconocía que sus pecados merecían la muerte, ofrecía la vida de un animal en lugar de la suya propia.
Con el establecimiento del Templo de Jerusalén (construido donde Melquisedeq había ofrecido pan y vino y Abrahán a su hijo), año 960 a. C muchos sacrificios se ofrecían en el altar de bronce que se levantaba al aire libre a la entrada del atrio interior del Templo. El "Lugar Santo" se encontraba detrás de ese altar, y el "Santo de los santos" -lugar de la morada de Dios- estaba más atrás. Sólo los sacerdotes podían acceder al atrio interior del Templo, sólo el sumo sacerdote podía entrar al Santo de los Santos, tan sólo brevemente y una sola vez al año, en el día de la Expiación. (porque también era un pecador).
Por dentro y por fuera.
¿Eran estos sacrificios un ritual vacío? No, aunque el sacrificio, por sí mismo, era claramente insuficiente. Dios pedía también un sacrificio interior. "El sacrificio aceptable a Dios es un espíritu quebrantado" (Sal. 51, 17). "Yo deseo un amor firme y no sacrificio, el conocimiento de Dios, más que víctimas quemadas" (Oseas. 6,6). Sabemos que Jesús observó las leyes judías relativas al sacrificio; celebró la Pascua cada año, consumir el cordero era la única forma por la que un fiel judía podía renovar su Alianza con Dios, y Jesús era un fiel Judío.
La Pascua tenía en la vida de Jesús, una importancia mayor, era central para su misión. Jesús es el Cordero. Cuando Jesús estaba ante Pilato, “era el día de la preparación de la Pascua; era alrededor de la hora sexta” (Jn. 19:14), la hora sexta era la hora en que los sacerdotes estaban empezando a sacrificar los corderos pascuales. Juan se refiere a que ninguno de los huesos de Jesús fue quebrado en la cruz “para que se cumpliese la Escritura” (Jn, 19:36) ¿a qué escritura se refería? Éxodo 12:46 (el cordero pascual no debía tener ningún hueso roto). El cordero de Dios, como el cordero pascual, es una ofrenda cabal, un cumplimiento perfecto. Los que estaban mirando sirvieron a Jesús vinagre con una esponja en una rama de hisopo (Jn. 19:29; Ex 12:22). El hisopo era la rama prescrita por la ley para rociar la sangre del cordero. Así pues, esta simple acción, marcaba el cumplimiento de la nueva y perfecta redención. Y Jesús gritó “está consumado”. Continua..
No hay comentarios:
Publicar un comentario