Domingo de Resurección "Semana Santa Guate Linda"

Quise compartir con ustedes la homilía del día de hoy, domingo en el cual conmemoramos la resurección de Jesús, lo publicado en esta entrada son casi textuales, las palabras del Padre Cirilo Santamaría, durante la misa celebrada en la Iglesia Santa Teresita.  Adjunto las lecturas del día de hoy durante la misa ya que son importantes para entender la homilía del Padre Cirilo Santa María, puse en color azul las palabras que me hicieron desar compartir este mensaje con ustedes y que les recomiendo leer. 

Empiezo con el final de la homilía, palabras que encierran una gran verdad: 

“Si estas tradiciones populares y escenificaciones del acontecimiento pascual, no nos ayudan a dar cambio trascendental en nuestra vida, si no nos ayudan como experiencia fundante, si no nos ayudan a cambiar esta realidad de muerte, de violencia, dolor, tristeza, pobreza, de odio, de corrupción en nuestro país y nuestra vida, no pasan de ser cultura religiosa y no hemos conocido al Jesús resucitado. “ “Si ustedes tienen fotos de sus hijos pegadas en todas las paredes de la casa, pero no hay una relación, una experiencia de comunión de vida, son solamente un adorno” Padre Cirilo Santa María, homilía Domingo de Resurrección 24 de abril 2010, Iglesia Santa Teresita.

LECTURAS

Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles (10,34a.37-43):

En aquellos días, Pedro tomó la palabra y dijo: «Conocéis lo que sucedió en el país de los judíos, cuando Juan predicaba el bautismo, aunque la cosa empezó en Galilea. Me refiero a Jesús de Nazaret, ungido por Dios con la fuerza del Espíritu Santo, que pasó haciendo el bien y curando a los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él. Nosotros somos testigos de todo lo que hizo en Judea y en Jerusalén. Lo mataron colgándolo de un madero. Pero Dios lo resucitó al tercer día y nos lo hizo ver, no a todo el pueblo, sino a los testigos que él había designado: a nosotros, que hemos comido y bebido con él después de su resurrección. Nos encargó predicar al pueblo, dando solemne testimonio de que Dios lo ha nombrado juez de vivos y muertos. El testimonio de los profetas es unánime: que los que creen en él reciben, por su nombre, el perdón de los pecados.»

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Colosenses (3,1-4):

Ya que habéis resucitado con Cristo, buscad los bienes de allá arriba, donde está Cristo, sentado a la derecha de Dios; aspirad a los bienes de arriba, no a los de la tierra. Porque habéis muerto, y vuestra vida está con Cristo escondida en Dios. Cuando aparezca Cristo, vida nuestra, entonces también vosotros apareceréis, juntamente con él, en gloria.

Lectura del santo evangelio según san Juan (20,1-9):

El primer día de la semana, María Magdalena fue al sepulcro al amanecer, cuando aún estaba oscuro, y vio la losa quitada del sepulcro.

Echó a correr y fue donde estaba Simón Pedro y el otro discípulo, a quien tanto quería Jesús, y les dijo: «Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto.»

Salieron Pedro y el otro discípulo camino del sepulcro. Los dos corrían juntos, pero el otro discípulo corría más que Pedro; se adelantó y llegó primero al sepulcro; y, asomándose, vio las vendas en el suelo; pero no entró. Llegó también Simón Pedro detrás de él y entró en el sepulcro: vio las vendas en el suelo y el sudario con que le habían cubierto la cabeza, no por el suelo con las vendas, sino enrollado en un sitio aparte. Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro; vio y creyó. Pues hasta entonces no habían entendido la Escritura: que él había de resucitar de entre los muertos.

HOMILÍA
“Jesús ha resucitado… si a cada uno de nosotros nos preguntaran ahora, ¿cómo explicarían ustedes este acontecimiento determinante? ¿Qué significa para nosotros hoy y aquí afirmar que Jesús ha resucitado? responder a esta pregunta no es nada fácil, ¿acaso a Pedro, a Juan y a las mujeres les resultó fácil descubrir, entender que Jesús había resucitado?

A Jesús lo resucitaron, el Padre lo ha resucitado, Dios daba testimonio de Jesús, Dios estaba de parte de Jesús, en su vida, en sus gestos, en todo, Jesús en su muerte es testigo también de un Dios que abraza la historia de la humanidad, hasta las últimas consecuencias, en el dolor, la muerte y el sufrimiento. Dios, le da la razón a Jesús, Dios dice, esta es la vida plena, este es el proyecto de Dios para la humanidad, este es el camino para ser hombres y mujeres y para realizarnos plenamente como hombres y mujeres, Dios le da la razón a un Jesús que ha sido fiel al padre, que ha revelado a Dios como amigo de la humanidad, a un Jesús que se ha manifestado como el redentor, a un Jesús que se ha manifestado solidario con los hombres

¿Seremos nosotros testigos de Jesús muerto y resucitado? ¿Seremos nosotros testigos, de ese camino, de ese proyecto, de esa propuesta de Dios, manifestada en Jesús?, el Dios de la vida se manifiesta en el momento supremo de la muerte, se manifiesta como Dios triunfador sobre la muerte, triunfador sobre el odio, triunfador sobre el dolor.

Pero Dios lo resucitó al tercer día y nos lo hizo ver… ¿Como llega Pedro a esa conclusión? ¿Cuáles son las pruebas que tiene o puede tener sobre esta realidad? ¿Como Pedro puede defender esta realidad, este acontecimiento? Les invito a que lean y mediten las apariciones de Jesús, sin previas interpretaciones, apariciones que no son relatos, un relato es un género literario para explicarnos la experiencia que viven los seguidores de Jesús, las apariciones son, repito, una forma, un género literario, para explicarnos esa experiencia fundante donde los apóstoles trataron de explicar algo que no es explicable. Yo diría que la mayoría de ustedes ya se han enamorado.. esa experiencia de enamoramiento, cuando ustedes la comunican, lo hacen a través del lenguaje, la experiencia vital es el enamoramiento, la forma de explicarlo es el lenguaje literario, ¿cómo lo expreso?, enviándole una flor, con un poema, de esa manera expresamos esa experiencia, valiéndonos de esta comparación, los discípulos, están contando una experiencia, experiencia que además es inesperada, una experiencia inesperada y sorpresiva, no obedece a una fórmula matemática, ni a un modelo en internet, es una realidad inesperada, sorpresiva, mientras no descubramos la gratuidad del amor, no hemos entendido nada, si en el amor estamos esperando ser retribuidos la fregamos, si en el amor estamos esperando hacer méritos la fregamos… los discípulos, ellos utilizaron un lenguaje simbólico, el evangelio dice: el primer día de la semana, ¿que quiere decir el primer día de la semana? ¿A que está haciendo referencia?, al primer día de la creación, para decirnos: “hoy acontece la nueva creación, hoy se inaugura el hombre nuevo, hoy se inaugura la nueva creación, la nueva humanidad, hoy, dejando atrás todo el antiguo testamento, a toda la tradición judía, ya pasaron las viejas tradiciones, ya pasaron las viejas religiones, las viejas leyes, para inaugurar un mundo nuevo, una nueva creación , un hombre nuevo. La resurrección es la inauguración de un hombre nuevo, la celebración de la libertad, del triunfo de Dios sobre la injusticia, sobre el dolor, la tristeza, la muerte, es celebrar la vida y apostar por un hombre nuevo, una nueva creación , una sociedad nueva, Jesús nos invita a levantarnos, a salir del sepulcro y anunciar que somos testigos de un Dios vivo, de un Dios de amor, de justicia, de paz, de vida, nos invita no solo a retirar las lozas sobre nosotros sino ayudar a otros a retirar sus lozas, dejémonos transportar y transformar por él”.

Seguramente cuando María iba camino al sepulcro iba pensando en la Loza ¿Quién le iba a mover la loza? la loza de nuestra historia, de nuestro país, de la violencia, de la corrupción, del atropello humano; para ella Jesús había muerto, estaba sin esperanza, con miedo, sin futuro, la resurrección es una decisión de fe, Creer o no Creer. “Si estas tradiciones populares y escenificaciones del acontecimiento pascual, no nos ayudan a dar cambio trascendental en nuestra vida, si no nos ayudan como experiencia fundante, si no nos ayudan a cambiar esta realidad de muerte, de violencia, dolor, tristeza, pobreza, de odio, de corrupción en nuestro país y nuestra vida, no pasan de ser cultura religiosa y no hemos conocido al Jesús resucitado. “ “Si ustedes tienen fotos de sus hijos pegadas en todas las paredes de la casa, pero no hay una relación, una experiencia de comunión de vida, son solamente un adorno” Padre Cirilo Santa María, homilía Domingo de Resurrección 24 de abril 2010, Iglesia Santa Teresita.