¿Qué nos pasa Guate?


lunes, 10 de marzo de 2008

Para que seguir manteniendo a los políticos?

Me pregunto si la situación de pobreza, analfabetismo, delincuencia, desempleo, falta de servicios públicos, contaminación y tala inmoderada de árboles, el caos del transporte público, el despilfarro de miles de quetzales de los magistrados de la CSJ, el desorden en el congreso (con gastos excesivos en alquiler de edificios, asesores y puestos fantasma, entre otros), bueno y todos los demás problemas que acogen a los guatemaltecos, tienen algo que ver con la política... el psicólogo Raul de la Horra, comenta en su libro "El Espejo irreverente" algo sobre la política, reflexión con la cual estoy absolutamente de acuerdo:
Fiebre
La política me tiene ya harto. En fin, los que la hacen.

¿ No tiene usted la impresión de que los políticos apestan a calcetín percudido, a naftalina, a sudor e incienso?
La política me produce retorcijones de estómago. No sirve para que yo viva mejor, no sirve para que haya más empleo, no sirve para que disminuyan los pobres. Tampoco sirve para reducir la impunidad, el robo, los asesinatos. No sirve para tener menos enfermos, menos analfabetas, menos imbéciles. No sirve para impedir que arrasen con las riquezas nacionales, que el país sea más bello, más habitable. No sirve para que sobrevivan los bosques, los ríos, los lagos. ¿Para que sirve entonces la política? La política me causa escalofríos. No deja que me tome el café en paz por las mañanas, ni me calma cuando leo el periódico, ni me reconforta cuando veo la TV. No me da esperanza en el futuro, ni fe en mis congéneres. No me ayuda a explicarle a mis hijos por qué no hay parques, por qué deben desconfiar del vecino y huir de los policías. Tampoco me permite aclararles por qué carajo hay que estudiar y superarse. La política no me quita el temor, el tedio, el asco en la garganta. ¿Para que, entonces, seguir manteniendo a los políticos?
La política me enferma. No me decepciona, me enferma. A tal grado, que desearía dinamitarlos a todos: que salgan expulsados a la punta de un cuerno en una aparatosa explosión de corbatas, barrigas, celulares, componendas, escritorios, bigotes y proclamas. Y que podamos así amar, reír, dormir, al fín.”
Con todas las quejas de este blog, licenciado De la Horra, solamente estoy confirmando que su "Fiebre" es en Guate una "Epidemia".

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