Tu y yo

¿Quienes somos para que nos llenes de tantos detalles? Nada, nada somos y nos haces sentir importantes y especiales, nada somos y dignos de sentir tu abrazo; tú, y tu infinita misericordia, tú, y tu inmenso amor, ¡bendito el hombre que vive bajo la sombra de tus alas! ¡Feliz el hombre que puede sentir el abrigo de tu amor!  Tus ojos lo vigilan, tu mano lo levanta, tu espíritu le da sabiduría y guía, vive seguro, sin duda y sin miedo bajo tu protección. VG10.12