Terremoto y Tsunami en Japon

Recibí un correo con estas y otras imágenes de lo que sucedió en el Japón, ¿Qué sería de nosotros si eso hubiese pasado en nuestro país? Si hubieras sobrevivido ¿Cómo te sentirías hoy? ¿Qué estarías haciendo o pensando? Y si no hubieras sobrevivido, ¿qué? ¿Cuándo nos va a tocar a nosotros?¿ O estamos exentos de que nos suceda algo así?

A todos nosotros, los que estamos aún aquí en la tierra, vivos, a ti y a mí nos toca cambiar las cosas, respetemos la vida, la naturaleza, el medio ambiente, el aire, el agua, la tierra y a los seres que viven en ella, respetemos y amemos a los animales y a las plantas, las aves, los peces y sobre todo al hombre, a nuestros hermanos. Cambiemos la historia, aún estamos a tiempo, evitemos que nos suceda lo que le sucedió a Japón.

Que nuestras acciones vayan acompañados de oración y viceversa. Al leer la oracíón que incluía el correo, recordé esta cita de la biblia:
“Orad sin cesar
Dad gracias en toda coyuntura, porque esto es lo que Dios quiere de todos vosotros en Cristo Jesús.
No apaguéis el Espíritu.
No despreciéis las profecías.
Examinadlo todo, y quedaos con lo bueno.
Evitad toda clase de mal.
Que el Dios de la paz os santifique plenamente, y que todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea conservado irreprochablemente para la venida de nuestro Señor Jesucristo” 1 Tesalonicenses 5:17-23

Esta es la oración que incluye el correo y que quiero compartir con ustedes:
¡¡¡ Jesus, quiero decirte GRACIAS, porque hoy me desperté y sabía dónde estaban mis seres queridos. Porque esta mañana mi casa estaba en pie, porque esta mañana no estoy llorando a mis hijos, mi esposo, mis padres, mi hermano o hermana que necesitan ser rescatados debajo de una pila de concreto, porque esta mañana pude tomar un vaso de agua, porque esta mañana no estoy planificando un funeral, y ante todo te agradezco Señor que todavía estoy vivo y tengo voz para rezar por la gente de JAPON.

Dios, te ruego a ti, el único que hace posible lo imposible, el único que transforma la oscuridad en luz, te ruego que les des fuerza a esas madres, hijos, padres, hermanos, que están sufriendo; que les des la paz que supera cualquier entendimiento; que abras las calles para que la ayuda llegue; que proveas doctores, enfermeras, comida, agua y todo lo que ellos necesiten, que le des fuerza a su espíritu para que no pierdan la FÉ, que estés con ellos y los guíes a seguir adelante, te lo pedimos en el nombre de tu hijo nuestro Señor Jesucristo.